domingo, 11 de octubre de 2009

Desarrollo Sustentable en la extracción de recursos. Alemania entregaría a Ecuador $50 millones de Euros durante 13 años.

Es totalmente claro que Ecuador necesita del petróleo, como también lo es la necesidad de obtener ingresos que financien el desarrollo en educación, salud, obras públicas y una larga lista de prioridades que sin duda van más allá de la simple consigna de la revolución ciudadana. ¿Se han encontrado nuevas fuentes de ingreso? Todo apunta a la minería a gran escala. La reciente ley aprobada es la vía para el emprendimiento del “boom minero” pero, ¿bajo qué parámetros se desarrollará este sector? La secretaría de minería titula en su página web “Nuestra misión es propender al desarrollo sustentable del sector minero, facilitando, normando y promoviendo una actividad extractiva sustentable bajo la responsabilidad del sector privado” ¿Hasta dónde podemos considerar cierta esta afirmación?



Lamentablemente el desarrollo del país se ha mantenido ligado a la explotación de recursos naturales. Sin embargo, el proyecto Yasuní-ITT ha marcado la diferencia –tardía, debido a la amplia necesidad de los ingresos petroleros de lo que ya he hablado– Por otro lado, algo que preocupa es la participación del sector privado que no es más que el sector extranjero. ¿Le parece justo que a pesar de la destrucción de la naturaleza a la que se enfrenta el país ingresen porcentajes “apretados” provenientes de las ventas? Personalmente no estoy de acuerdo. A pesar de que el petróleo ha sido la principal fuente de ingreso económico para el país a partir de su auge en la década de los setenta, no supimos administrar bien la rentabilidad obtenida, por lo cual nos vimos envueltos en una cadena interminable de deudas y un despilfarro de dinero. De darse nuevamente un boom, esta vez en el sector minero, ¿estamos preparados para financiar el desarrollo del país? ¿Estamos preparados para ahorrar?


Frente a estas interrogantes nace la propuesta establecida por el proyecto Yasuní-ITT, el cual ya contaría con un aporte del gobierno alemán. “En una reunión con el Ministro de Cooperación de ese país, cuando preguntó por el aporte que esperamos, le dijimos unos 30 millones de euros y la respuesta fue: ‘Nos gusta la cifra, pero más nos gusta la que nosotros tenemos, 50 millones de euros’ Así que seguimos conversando y probablemente se concrete -en esta cifra- por 13 años” dijo Sevilla.


Sencillamente es una forma de obtener ingresos a partir de la conservación del medio ambiente. Así mismo, motiva al país a ser generador de nuevas políticas económicas que sean coherentes con la realidad ambiental que se vive. Es prioridad del país por su gran variedad de recursos naturales, invertir en el desarrollo de tecnologías que permitan generar una extracción de recursos sostenible. ¿Utópico? No, es hora de que pensemos en función de las nuevas generaciones, es hora de actuar.

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