lunes, 5 de octubre de 2009

Proyecto ITT, un poco de historia... no todos estaban a favor...

Acción Ecológica, el movimiento ecologista más representativo del país por su comprometido trabajo en el sector ambiental no solo se ha opuesto a la explotación minera –lo que le costaría su permiso de funcionamiento y un cierre parcial por el gobierno actual– sino también ha manifestado su descontento con la explotación petrolera del Parque Nacional Yasuní. Así, doce años desde que se encontraron las reservas en ITT, a partir de 1997 Acción Ecológica ha luchado en contra de la construcción del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) y de la expansión en la explotación de zonas protegidas. A continuación un extracto sobre su posición, publicado en su página web:

“Uno de los argumentos de la campaña en contra de la construcción del Oleoducto de Crudos Pesados emprendida por acción Ecológica desde marzo del 2001 era que la ejecución de esta obra amenazaba nuevas zonas en la amazonía que aún no han sido intervenidas por la actividad petrolera. Esto debido a que la producción actual de crudo pesado no es suficiente para llenar el OCP y se hace necesario explorar nuevas áreas.
Dentro de esta ampliación de la frontera petrolera se encuentra el proyecto Ishpingo Tambococha Tiputini ubicado dentro del Parque Nacional Yasuní donde, según las últimas exploraciones realizadas, las empresas petroleras dicen haber encontrado reservas de petróleo que pueden superar los 2.000'000.000 de barriles de crudo muy pesado (15 grados API), cuya explotación significaría una destrucción sin precedentes..
Además en este Parque ya se encuentran operando tres empresas transnacionales: Repsol-YPF (española argentina), Pérez Companc (argentina) y Vintage ( estadounidense) con bloques de 200.000 Ha.; y Petroecuador, la empresa nacional que hasta el momento tiene a su cargo el proyecto ITT. Estas operaciones han provocando graves impactos ambientales y sociales al pueblo ancestral Huaorani, que vive en esta zona.
Por todo esto Acción Ecológica está convencida que es necesario impulsar una gran campaña de defensa de este Parque Nacional a nivel nacional e internacional para influir en la opinión pública y presionar a los organismos competentes a tomar las medidas necesarias para evitar la destrucción de esta área,. Creemos que esta campaña debe estar encaminada a:
Fortalecer las medidas de conservación en el país
Activar a la población local y nacional en defensa del Yasuní
Construir ciudadanía para la aplicación de los derechos ambientales y colectivos
Crear precedentes para evitar la impunidad de las empresas petroleras
Si el proyecto ITT, no se para ahora, supondrá la destrucción de las áreas protegidas en la Amazonía Ecuatoriana.”

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